La mirada de un párroco, desde la esperanza y el optimismo. Ésta es la propuesta del autor de estas reflexiones que tendrán una periodicidad quincenal.

domingo, 31 de marzo de 2013

Una Pascua en camino de santidad



Hoy debo comenzar este comentario con un cordial deseo: que todos tengamos ¡UNA MUY FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!

Que todos procuremos que esta alegría pascual se manifieste claramente en nuestras vidas. El domingo de Pascua y todos los domingos siguientes —también de Pascua— hasta Pentecostés, y los que estamos más cerca de las celebraciones litúrgicas, que nos llenemos de gozo con la “Octava de Pascua”.

Este año, el frío y la lluvia está recorriendo toda España, y nos ha dejado en nuestra querida tierra de Valencia un respiro para las procesiones marineras.

¡Estamos locos los cristianos! Las imágenes de los medios nos enseñan las multitudes de gente en nuestras costas. Al salir, encontraremos los bares y los restaurantes llenos y las discotecas colmadas de jóvenes. La gente se agarra a la fruición. Para muchos, nosotros hacemos el efecto de ir tras de quimeras ("lo tomaron por un delirio": evangelio). Pero dentro nos quema una certeza. ¿Sólo dentro, en un rincón secreto, o en todo nuestro actuar? Ahora lo proclamamos con fuerza: diremos "no" a un modo de vivir, a unos valores que son una quimera y conducen a la muerte y diremos "sí" al seguimiento del Resucitado, la gran Verdad, la Vida de verdad.

domingo, 17 de marzo de 2013

¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre...!



Mi amigo Germán, lleva unos días, que está muy nervioso, y todo a consecuencia de la dimisión de Benedicto XVI. Según él, el Papa tenía que haber seguido en su puesto, e incluso me decía: “los reyes tienen que morir en la cama, o en la silla de ruedas, pues el Papa también”. No soy yo nadie para contradecirle cuando salen a flote los buenos sentimientos.

Ahora ya tenemos un nuevo Papa que se ha querido llamar Francisco. No el Francisco de Javier o el de Gandía, sino el “pobrecillo” de Asís.

Leía yo esta noticia de un periódico nacional: “decidir llamarse Francisco en sí mismo puede ser tan revelador como escribir una larga y sesuda encíclica”. Pero esta mañana, en su primer encuentro con los periodistas, el Papa ha explicado por qué adoptó el nombre de San Francisco de Asís, el santo de la pobreza y de la paz.

sábado, 2 de marzo de 2013

Pequeños (grandes) recuerdos (y XI)


Poco me queda para contaros sobre mi experiencia de recorrer Italia en auto stop. Fueron veinticuatro días cargado con la mochila, en unos años muy difíciles para nosotros, los españoles.

Cuando mi sobrino nieto Adrián se ha interesado por saber de mis pequeños grandes recuerdos, y le he contado algunas de estas experiencias, le cuesta mucho creérselas.

Los últimos días de estancia en Roma fueron inolvidables. Cuando he regresado, y han sido muchas veces, y visito el Vaticano, o bien me paseo por la orilla del Tiber, o me siento en una trattoria del Trastevere, junto a la Basílica de Santa Cecilia, los recuerdos se agolpan.

No os podéis perder esta experiencia de caminar por este barrio, que nació en el lado derecho del Tìber, justo en frente de la Isla Tiberina, con el desarrollo del Puerto de Roma en época romana. En la actualidad sobreviven muchas de sus antiguas calles, con edificios centenarios y entre estos, algunas iglesias paleocristianas, como Santa Cecilia, que todavía conserva restos de la casa de la Santa y en el coro de las monjas los raros frescos de P. Cavallini, San Crisogono, San Callisto y de regreso al centro de la ciudad, podemos hacer una parada para ver la celebre Santa María de Transtevere con sus mosaicos.