La mirada de un párroco, desde la esperanza y el optimismo. Ésta es la propuesta del autor de estas reflexiones que tendrán una periodicidad quincenal.

martes, 12 de febrero de 2013

Una Cuaresma especial


Todos sabemos que la Cuaresma nos prepara a la mayor fiesta de nuestra vida cristiana, esto es, el recuerdo y vivencia de la pasión, muerte y Resurrección del Señor.

En casi todas nuestras iglesias, llegado el Adviento, vemos la “corona”, el belén en la Navidad. En Cuaresma, en nuestras iglesias, y en nuestras celebraciones deberíamos hacer presente la Cruz de Jesús. La Cruz debería ser el signo que concentrase toda la atención durante la Cuaresma. La forma de hacer presente la Cruz dependerá de la disposición de la iglesia.

Pienso en la parroquia donde yo estoy. Hay una gran cruz, con un Cristo precioso en lo alto del presbiterio... Pues hay que buscar la forma de hacer presente este signo. ¿Cómo? Haciendo los domingos de cuaresma procesión de entrada presidiendo la cruz, y puesto que en este tiempo no hay flores en el altar, pondremos una planta que adorne y resalte la cruz. Se puede hacer el primer domingo la entrada solemne y los demás, destacar su presencia en la monición de entrada. O no hacer la entrada y resaltarla de otra forma.